En el momento en que tomamos la
decisión de tener un hijo, una de las primeras cuestiones que nos planteamos es
si será niña o niño. Entonces, hablamos de nuestras preferencias, que si la
futura mamá preferiría que fuera niño... que si el futuro papá se inclina más
por una niña, que si viceversa... o que si existe unanimidad de opinión por
parte de ambos progenitores...
Generalmente, y al menos
aparentemente, no nos importa el sexo de nuestra bebé y con un simple ¡"que venga sanito y ya está!. La cuestión de si,
lacito rosa o lacito azul, es lo que
menos importancia tiene" De este modo, despachamos rápidamente a aquellos que nos
preguntan sobre nuestros deseos más íntimos.
Pero...¿y si pudiésemos elegir?
¿si pudiéramos conocer las técnicas existentes
para que, al menos, pudiéramos intentar satisfacer nuestros verdaderos
deseos?
A pesar de que, a día de hoy, no
es posible decir tajantemente que se pueda asegurar el tener un niño o una niña,
ya que no existen resultados científicos concluyentes, sí es verdad que existen
diversas hipótesis que nos indican que, si seguimos determinados métodos y
técnicas, podríamos influir en la elección de una hembra o de un varón.
A continuación te vamos a dar una
serie de consejos que te pueden ayudar a conseguirlo, y vas a entender el por qué
ocurre de este modo.
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