Resumen: cuándo y por qué

A continuación, hacemos un resumen de los puntos más importantes tratados hasta el momento:

1º Quedarse embarazada requiere tiempo, constancia y adoptar una buena aptitud, junto con una actitud positiva.

2º Quedarse embarazada requiere el esfuerzo de pararse a estudiar concienzudamente el ciclo ovulatorio. En este sentido, tendremos en cuenta varios puntos:

  • El primer día del sangrado menstrual, se considera el día uno (la duración, suele ser de unos cinco días).
  • Posteriormente, viene otro periodo de otros cinco días en los que tampoco eres fértil, son los llamados “días secos”.
  • Finalizados estos días, comienza tu período fértil (momento en el cual, se produce la liberación del óvulo) va desde el día doce al dieciocho aproximadamente.
  • A partir del día diecinueve volverías a ser infértil (Ten presente, que sólo hablamos de una aproximación, y siempre dependiendo de lo largo que sean tus ciclos y de la duración de tu fase lútea. La Fase Lútea, suele ser bastante variable entre unas mujeres y otras, pero fija en cada mujer en concreto,(suele durar unos catorce días, también se puede dar el caso de que dure de entre doce a dieciocho).
  • No dejes de consultar otros métodos y las diversas técnicas y trucos para conocer tus días fértiles, tanto si eres regular como si no es tu caso, que te proponemos en entradas precedentes de este blog.

3º Mantener relaciones sexuales en el momento en que la mujer se encuentre en su período más fértil: momento más propicio, para conseguir que el óvulo liberado y los espermatozoides se encuentren en el trayecto. 

  • Días alternos, durante los tres días anteriores y dos posteriores al día de tu ovulación (los espermatozoides pueden vivir hasta tres días, desde la eyaculación).
  • Todos los días, durante los días próximos y el mismo día de tu ovulación. (Ten en cuenta que, en este caso, la cantidad de espermatozoides se reduciría).
  • Si no conoces tu período fértil, mantener relaciones sexuales en días alternos durante todo el mes.


No olvides nunca que, muchas veces, pensamos que sufrimos de infertilidad y, realmente, no tenemos ese problema. Lo único que nos pasa es que desconocemos nuestro período más fértil o no damos suficiente importancia a nuestro buen estado, tanto anímico como físico, para que nuestro cuerpo funcione correctamente.