Causas de Infertilidad



Generalmente, las parejas parten de la idea de que no van a tener dificultades a la hora de buscar un embarazo. En la inmensa mayoría de los casos, han estado utilizando algún tipo de protección para evitar el embarazo, hasta que llega el día que se plantean buscar un bebé y ahí se dan cuenta de que no resulta tan sencillo como en un principio habían supuesto.


La inmensa mayoría de las parejas que intentan concebir, logran el embarazo transcurrido el año de haberlo intentado regularmente y sin ningún tipo de protección, es por ello que se recomiendo esperar ese tiempo antes de consultar con ginecólogo.


Diferencia entre Infertilidad y Esterilidad


Existe una tendencia generalizada a utilizar los mismos términos indistintamente, pero existe una serie de características que los diferencia perfectamente: no es lo mismo infertilidad que esterilidad.


ESTERILIDAD: Imposibilidad de lograr quedarse embarazada. Generalmente se considera que una pareja padece de esterilidad cuando transcurre un año, desde que empieza a mantener relaciones sin protección y regularmente, no logran el embarazo. De todos modos, debemos individualizar cada caso, puesto que influyen otros muchos factores como son sus antecedentes médicos o la edad.


INFERTILIDAD: Se han logrado uno o más embarazos, pero se ha producido un aborto espontáneo o ha sobrevenido el fallecimiento del bebé pocas horas después del parto.


Debemos tener en cuenta que existen dos tipos de infertilidad:

INFERTILIDAD PRIMARIA: Cuando la pareja, no ha podido conseguir un embarazo, transcurrido un año manteniendo relaciones sexuales regularmente y sin utilizar ningún tipo de método anticonceptivo.


INFERTILIDAD SECUNDARIA: Cuando la pareja sí ha podido conseguir un embarazo, por lo menos una vez, sin embargo ahora no lo logra.
De todos modos, esta clasificación varía de un país a otro.


Debido a que estos problemas suelen producir una inestabilidad psicológica más o menos grabe, se ha optado por considerarlo como un proceso patológico, desde un punto de vista médico. 


Cuando hablamos de infertilidad, nos estamos refiriendo al hecho de no poder quedarse embarazada por diversos motivos, y no siempre existe detrás una enfermedad. Influye considerablemente nuestro estilo de vida, si es más o menos saludable; nuestro nivel de estrés, nuestra estabilidad psicológica, nuestros buenos o malos hábitos, que tengamos el peso adecuado, etc. Por ello, debemos revisar todos estos aspectos, antes de tomar la determinación de planear un embarazo, ya que éstas suelen ser las causas más comunes de dificultad para quedarse embarazada debida a factores no conocidos.


No debemos olvidarnos de que la edad comprendida entre los 20 y los 25 años, es cuando la mujer alcanza su pico más alto de fertilidad, disminuyendo después de los 35 años considerablemente y siendo mucho más acuciado el descenso después de los 40 años. Aunque esto no significa que las mujeres con más de 41 años no se puedan quedar embarazadas, simplemente significa que les va a resultar más difíciles conseguirlo.


Para hacernos una idea y referenciar nuestro caso particular, podemos  tener en cuenta que, cuando hablamos de una pareja saludable, de una edad inferior a los 30 años que mantiene relaciones regularmente y sin ningún tipo de protección, las probabilidades de que consigan un embarazo son de un 20%  a un 35% aproximadamente. Por lo tanto, ya podemos ir deduciendo que los problemas para concebir y las posibilidades de aborto espontáneo se incrementan en una relación directamente proporcional a la edad. 



Generalmente, se recomienda un año manteniendo relaciones sexuales regularmente y sin ningún tipo de protección, para menores de 35 años. En caso de mujeres mayores de esta edad, el tiempo de espera se reduce a los seis meses, antes de consultar con un ginecólogo.








CAUSAS:
Los problemas de infertilidad pueden ser producidos por diversos tipos de factores, tanto emocionales como físicos (desde algún tipo de infección a un tipo de vida poco saludable), sin embargo, la inmensa mayoría tienen solución, tanto si derivan de problema en el hombre , en la mujer o en ambos.

Se recomienda acudir al ginecólogo, con el propósito de llevar a cabo un chequeo que descarte algún tipo de problema físico para poder concebir, una vez que se ha intentado el embarazo durante un año o durante seis meses, en el caso de aquellas mujeres mayores de 35 años,

El especialista llevará a cabo una amplia historia clínica y un exámen físico de ambas partes de la pareja. 

En el caso de la mujer, el especialista llevará a cabo un estudio del ciclo menstrual. En líneas generales, lo que le suele pedir, es lo siguiente:

-          Ecografía, para observar el folículo ovárico que, al estar desarrollándose, se puede ver como va evolucionando según el día del ciclo en que se encuentre la paciente. También permite detectar si existe algún quiste, u otro tipo de malformaciones. A veces también se puede detectar acumulación de líquidos en una o en ambas trompas, lo que puede producir infertilidad.

-          Análisis de orina (cuando el ciclo no es regular, para establecer con más exactitud los días fértiles). También puede detectarse algún tipo de infección.

     
-        (HSG) Histerosalpingografía: Es una técnica de rayos X.   Se utiliza para poder ver la anatomía y funciones de los órganos internos en movimiento. Se lleva a cabo utilizando un medio de contraste soluble en agua. 

-          Laparoscopia abdominal (el especialista introduce un tubo óptico con un líquido de color en las Trompas de Falopio, a través de la pared abdominal). El diagnóstico sería de “Trompas Transitables” en el caso de que el líquido fluya. Si esto ocurre, también va a permitir el paso del óvulo, del ovario hasta el útero.

-          Analítica de sangre (nivel hormonal: hormona antimulleriana (HAM), foliculoestimulante y progesterona)

-          Prueba para conocer si funciona adecuadamente la glándula tiroidea 



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